Ed Wood: Tim Burton y el peor director de la historia

Ed Wood es un joven director de cine, un visionario sin ninguna formación académica, aficionado a vestirse de mujer y con muy pocas oportunidades de hacer películas en un gran estudio. Sin embargo no ceja en su empeño de convertirse en un director famoso. Tras reunir a un curioso grupo de personajes, realiza películas de bajo presupuesto, excéntricas y no muy cuidadas técnicamente.

No cabe duda de que existen cineastas que aparte de amar claramente el arte del cine, tienen un estilo peculiar que definitivamente los diferencian de los demás, no necesariamente tiene que ser grandes o geniales cineastas para entrar en este grupo y el director – escritor – actor y productor Ed Wood entra en esta calificación, a pesar de ser nombrado por los expertos “el peor director de la historia del cine”., un hombre muy prolífico en ideas pero de nulo talento y que luchar en la segunda guerra mundial, Wood dirige un film sobre uno de los primeros hombres que cambió de sexo. Glen o Glenda, que contaba con la aparición de Bela Lugosi como un dios (sólo explicable su presencia en la trama como reclamo publicitario) demuestra las nulas dotes para la dirección de Ed Wood, otros de sus grandes desastres son La Novia del Monstruo o Plan 9 del Espacio Exterior, esta última considerada la peor película de la historia. Sin embargo esa gran fama de Wood de ser el peor director de la historia es la que le ha dado gran fama e incluso legión de fanáticos a nivel mundial.

Tim Burton un cineasta de gran capacidad y muy arriesgado toma un fragmento de la vida de Edward D. Wood Jr y firma un de sus mejores títulos hasta la fecha: un hermoso y sentido homenaje al cine de terror y ciencia ficción de los años 50, aposentado en la cercana relación que tuvo Ed Wood con un menoscabado y drogadicto Bela Lugosi (uno de los grandes ídolos de Burton), filmado en un nostálgico Blanco y negro aderezado con unos agradecidos y muy acertados toques de comedia agridulce.

El reparto, encabezado por unos inmensos Johnny Depp y Martin Landau realiza un trabajo estupendo y el impecable trabajo de Burton tras las cámaras junto con la hermosa fotografía de Stefan Czapsky no hacen mas que completar un trabajo sencillamente redondo, una hermosa, delirante y divertida película que demuestra que el cine se puede amar de muchas maneras dejando claramente al descubierto la gran cinefilia de su talentoso autor.